Me gustaría emprender, quiero emprender, cómo lo hago, qué necesito, y un montón de otras afirmaciones y preguntas nacen cuando decidimos emprender. En éste artículo encontrarás la importancia que tiene el deseo de emprender, la importancia de encontrar una necesidad, la ley de pareto en el emprendimiento, y cómo ofrecer tus servicios si no tienes dinero o capital.
Aunque todas esas preguntas son válidas e importantes de responder, hay una sola cosa que te dará el empujón necesario para poder responderlas de forma inmediata o en el proceso… esto es el deseo, las ganas, el anhelo, la pasión, la ambición e interés que tengas en tu proyecto.
El deseo de emprender es una corazonada que no pasa indiferente
Es común que dentro de los 60.000 pensamientos diarios aproximados que tiene un ser humano promedio, pensemos en crear nuestro propio negocio, nuestro propio estilo de vida.
Sin embargo, muchos de esos pensamientos de “emprendedurismo duro”, se van fugazmente, y difícilmente los volvemos a pensar, aún cuando sea un proyecto novedoso que pudiese cambiar el mundo o cambiar una industria.
En general, cuando nuestra mente se ilumina con un proyecto que deseamos, no quedamos indiferentes, y nuestro instinto empieza a trabajar en la posibilidad de hacer realidad ese pensamiento único.
Anota tus ideas de negocio siempre, aunque sean muy locas o extrañas
Es por eso que te aconsejo encarecidamente que cuando tengas una idea brillante, anotala en algún papel, piensa en ella y perfeccionala, el papel aguanta todo, y de pasada ayudas a mejorar tu creatividad y talento en los negocios.
Cuando llega esa idea de negocio, que se repite una y otra vez, esa idea que no te deja pensar en otra cosa y que te dice a gritos que por favor la escuches, debes intentar desarrollarla y comprobar su viabilidad cueste lo que cueste.
Para emprender es necesario escuchar tu corazón
Aunque no sea una revolución, o el proyecto más innovador, inclusive si lo intentas y fracasas, cuando tu corazón y tu pasión se unen para crear el negocio de tus sueños, disfrutamos el proceso de creación, hacemos y aprendemos cosas que jamás hubiésemos pensado ser capaces de lograr.
El deseo tiene como añadidura una necesidad
La necesidad de emprender, debe ser gatillada con el deseo, y esta necesidad puede ser lo que tú quieras, ya sea para obtener crecimiento personal, desarrollar nuevas habilidades o el simple hecho de querer una vida mejor en lo material y sobretodo en lo espiritual.
Entonces para poder emprender, primero necesitamos tener el deseo, ese deseo debe ser gatillado por una necesidad. Algunas personas tienen la necesidad imperiosa de emprender, debido a que han perdido el trabajo, tienen una familia que mantener, una hipoteca por pagar, y montón de necesidades que tiene la mayoría de las personas (generalmente con familia o algunos solteros).
Sin embargo, para poder adquirir ese deseo real o corazonada no basta con tener una necesidad superflua como; voy a “emprender” porque necesito tener dinero de forma “urgente”, ya sea porque dejaste de tener un empleo fijo y no encuentras trabajo o porque te aburriste de tu jefe.
Debes buscar la necesidad en tu corazón, encontrando una solución real a un problema que te aqueja y crees que la sociedad pueda querer o agradecer.
Cuando emprender es parte de tu ser
El tener algunos ahorros y conocimientos en cierto tema, es suficiente para que muchas personas se sienten con la capacidad de crear su propio negocio.
Aunque eso esta muy bien, ser un emprendedor innato no viene sólo por el hecho de tener conocimientos en un tema en específico, es una sensación interna de querer hacer un proyecto (o más de uno), que se da generalmente por dos motivos principales:
- No se siente cómodo trabajando como empleado, y la única forma que se ve trabajando para ayudar o ser un aporte en la sociedad es con un proyecto propio.
- La motivación de crear su proyecto es tan grande, que no importa si tiene todos los conocimientos necesarios para crearlo, porque sabe que en el camino cumplirá con su objetivo. Para hacer realidad esto, el emprendedor debe ser muy constante, estudioso y autodidacta, para aprender las técnicas o conocimientos que necesita para sacar adelante el proyecto, o debe ser un excelente líder para manejar un equipo de trabajo (o equipos).
Emprendedores innatos
Generalmente los emprendedores innatos son excelentes líderes y tienen la facilidad de contagiar a los demás con sus ideas.
Para ellos no importa si tienen grandes responsabilidades financieras, o si tienen o no un colchón monetario, si tienen o no los conocimientos, lo que les sobra son las ganas (el deseo).
Buscan la forma de crear un negocio que tenga valor, con la finalidad que este pseudo-hijo (la empresa), logre ayudarlos a obtener su libertad financiera.
Ojo, las ganas no lo son todo, en ningún momento afirmo que con las ganas obtendrán su libertad financiera, porque hay muchos factores que influyen, pero rebosar de deseo y ganas de sacar adelante un proyecto, es una de las claves para lograr el éxito de cualquier emprendedor.
Por último, tenemos a los emprendedores que tienen su pasión clara, son intachables con sus ideales (son muy metódicos), y luchan para que su emprendimiento o proyecto salga adelante y ayude a muchas personas. Otros sueñan con cambiar el mundo (como Elon Musk). Estos emprendedores tienen como última prioridad el dinero, y en la gran mayoría de los casos son personas muy exitosas.
¿Emprender es un deseo moderno o arcaico?
Es raro pero pareciera que “emprender” o “emprendedor”, son palabras o conceptos modernos, para esto debemos tomar en cuenta el significado de la RAE “emprender es”; que son personas que toman riesgos o que es una característica propia de ciertas personas.
Antes de la Revolución Industrial, emprender, tener un negocio propio o ser independiente era lo común, a pesar de ello, y debido a los constantes y rápidos cambios de vida que hemos tenido después de la revolución industrial cambiamos la palabra de emprendedor por la palabra empleo.
No estoy diciendo que no habían empleos pre Revolución Industrial, pero existía una economía muy distinta a la actual, que se movía principalmente con los emprendedores, no como la de nuestro siglo, que a pesar que los emprendedores siguen siendo importantes, la economía de hoy se mueve principalmente por los empleos y el creciente poder económico de la “clase media” (concepto que antes no existía).
Es por eso que las palabras o sinónimos de emprender parecen un concepto moderno, pero en realidad es algo que el ser humano ha estado acostumbrado de hace siglos.
El principio de Pareto para los emprendedores
Me gusta ejemplificar esto con el Principio de Pareto, antes de la Revolución Industrial las personas emprendedoras era el 80% del mundo trabajador versus el 20% que eran empleados, después de que las personas dejaran sus campos y huertos para tener una “mejor vida” trabajando con la sociedad urbanizada el Principio de Pareto se revirtió, y el 80% de emprendedores se convirtió en empleados.
Hoy, el principio de Pareto se mantiene en 80% empleados y un 20% de emprendedores, pero a causa de las crisis e inestabilidad económica, el número de emprendedores crece todos los días, y quizás en algunos años más (eso espero) el número de emprendedores logre subir a un 40% de la fuerza laboral…ojalá sean muchos más.
Los emprendedores son quienes mueven las economías de los países, y el Principio de Pareto se repite en la mayoría de los países, bajo un concepto que habla de justamente de la importancia de los emprendedores; 80% de la riqueza de un país es gracias a las Pymes y el otro 20% de las grandes empresas.
Deseo emprender, pero no tengo dinero
Muchas veces escucho esto como excusa, y no podría decir que sea una gran falacia, porque sí, el dinero sirve para iniciar un proyecto (pero no demasiado).
Si tienes un gran colchón financiero y lo crees necesario para emprender, tengo que decirte que lo siento, pero que tengas dinero no significa que tú emprendimiento tendrá éxito. Las estadísticas son devastadoras y aunque depende del país, el promedio de cierre de un emprendimiento a los 5 años varía entre el 70 al 90%.
Quiero emprender sin tener un gran capital
Ahora gracias a la tecnología, Internet y el enorme conocimiento que se comparte, podemos casi sin dinero crear un negocio desde cero, sobretodo con proyectos digitales.
En el caso de necesitar dinero, podrías postular a algún fondo del estado, inversionistas privados o una página de crowfunding, pero esto quedará para otro post, ya que ahora nos vamos a centrar en cómo emprender sin dinero.
Soy tradicional y no me gustan los negocios digitales
Es probable que Internet, la tecnología, y los proyectos digitales no sean lo tuyo, y es 100% válido.
Quizás, quieres o deseas (ya decidido) a tener un estudio de abogados.
La magia de los Servicios
Para lograr tener un estudio de abogados te tomará tiempo, en el mejor de los casos 5 a 10 años, pero para empezar lo único que necesitas es ofrecer tus servicios, y cumplir con la entrega de una boleta de servicios.
Los servicios son una excelente forma de poder independizarse sin tener la necesidad de tener un capital inicial (o uno muy pequeño), tu estudio de abogados vendrá después, cuando tengas tantos clientes que al hacer el trabajo tú sólo te será imposible atenderlos, aquello dará paso para que comiences con tu primera contratación.
Lo más difícil, será competir y obtener clientes, pero es que nadie dijo que sería fácil, pero de que se puede partir sin dinero, se puede.
En este punto tomamos en cuenta los servicios de abogado, pero existen tantos servicios, algunos realmente impensados, por ende, esta parte te la dejo a ti, tú debes ser quien debe buscar el mejor servicio a entregar y que vaya acorde a tus capacidades.
Entrego servicios que requieren la compra de materiales
Ahora, eres un emprendedor que dice no tener dinero, y que sí o sí necesita un poco de capital para llevar a cabo el servicio.
Suponiendo que así sea el caso y logras vender el o los proyectos, el cliente no tiene porqué saber a priori que tu no tienes los implementos necesarios para cumplir con el servicio.
En este caso vas a cobrar la mitad por anticipado o lo necesario para que puedas comprar los materiales que necesitas en la obra (o servicio). Si con la mitad del dinero cobrado no puedes comprar todos los implementos que necesitas, debes revisar a fondo lo que estás haciendo mal con tu presupuesto.
Una solución parche pero válida para los emprendedores
También puedes pedir materiales o dinero prestado, es cosa de actitud, de creer que tienes todas las cualidades necesarias para ofrecer tu producto o servicio, y que al término del servicio podrás cumplir sin ningún problema la devolución de lo prestado.
Como conclusión – El deseo de emprender y cómo ofrecer tus servicios
El deseo es una corazonada que nos llena de valor para poder emprender, sin embargo, no es suficiente, puesto que ese deseo te debe ayudar a encontrar una necesidad que sea valiosa para ti y para las personas que necesiten solucionar un problema.
Si quieres o deseas emprender, pero no tienes una gran necesidad, ¡puedes crear una y generar la necesidad!, generalmente los proyectos innovadores son los creadores de una necesidad inexistente que la hacen indispensable para la solución o mejora de un problema.
Luego de tener el deseo, la necesidad y sentirte alineado con tus pensamientos o muy feliz con lo que estás o vas a hacer, viene el segundo paso y quizás el más complicado, ¿cómo lo hago?, ¿cómo paso a la acción?, ¿Será el producto o servicio adecuado?. De alguna manera te ayudé a responder algunas de esas preguntas con el cómo ofrecer tus servicios sin capital o dinero.
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Son muchas las preguntas que nos debemos hacer antes de lanzarnos a emprender como locos, pero que jamás sea una excusa el no tener dinero.
Y tú, ¿ya encontraste tu deseo y necesidad para vivir la experiencia de emprender? si es así, cuentanos cómo va tu proyecto y que consejo le darías a un emprendedor que recién comienza.
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